Pero qué auditorio más exquisito. Qué público más autorizado. El mediodía del sábado es el más placentero de los posibles en este marco. Luis Miguel Alonso, de Astorga, desde la primera fila, apostilla a los ponentes con su autoridad moral.
lunes, 21 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario