domingo, 8 de julio de 2012

MOISÉS Y CARLOS

Lo de Moisés y Carlos también es muy especial. Recuerdo cómo el primer día que entré en 2º y lo vi, Moisés me impuso mucho respeto. Por su corpulencia y envergadura, creía que iba a ser poco menos que un elemento hostil al que ganarme día a día. Por el contrario, lo que me encontré fue alguien cariñoso y receptivo, que siempre tuvo en cuenta mis consejos, y que consultó y contó con mi humilde opinión para todos los trabajos que debió realizar hasta el último día de su 5º curso. Hasta anteayer. Carlos, por su parte, ha sido el más fiel de los espectadores cinematográficos. El único ex alumno al que me he encontrado en las salas, el domingo por la tarde, en películas a las que asistía no más de media docena de espectadores. Gracias.

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