viernes, 21 de diciembre de 2012

SERGIO SIERRA

Avenida de Salamanca. Frente a la estación de Renfe. Apenas bajo del tren de regreso de la Universidad (esta semana he impartido un curso de Crítica de Cine) me encuentro con Sergio Sierra, que acaba de volver de Madrid, donde está pasando este año. Lo suyo es pasión por el periodismo. Ilusión en estado puro. Todo fuerza y todo energía. Una mirada viva y ganas de darlo todo. En él y en personas como él tengo que mirarme. Esa es una de las mayores compensaciones del docente: la retroalimentación. No puedo, no debo tirar la toalla ni bajar la guardia cuando los alumnos que vienen detrás empujan de esta manera. No puedo consentir la desilusión cuando quienes nos van a relevar nos miran con tanto entusiasmo. Es tan gratificante que existan Sergios...

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