Pero qué rico. Es uno de los mejores momentos del día, si no el mejor. Porque está todo por vivir, porque está todo por estrenar, con toda la jornada por delante. El desayuno, con la tostada y el café con leche, y el periódico. Por desgracia, cosas de la edad, a partir de esta primavera empiezo a tomarlo descafeinado por problemas con la tensión. Pero lo importante es el propio ritual.
sábado, 25 de mayo de 2013
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