Las obras de teatro pendientes, pendientes seguirán. Espero recuperarme para vivir los Goya en vivo.
Pocas cosas hay tan tristes como la decepción. Y eso me pasa ahora a mí, al tirar por la borda un programa que estaba pautado hora a hora, acordándome dónde estaría en cada momento, si estuviese bien.
Al menos los dos días han estado bien. Y dan fé de cómo pueden venir muchos más.
Mejorate hermOSO. Nos vemos en otra.
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