Esto de estar zambullido en el blog a la hora del Telediario me recuerda la anécdota de Ava Gardner. Aquella leyenda que cuenta que nada más conocer al torero, salió corriendo. Y le preguntaron: ¿por qué no te has quedado con él? Y ella contestó que cuando sucede algo así, lo que más luce es contarlo.
Rafa y Ricardo, que anoche me salvaron la cena, también me han redimido en la comida. Llamándome por mi nombre. Y eso es algo que merece la pena contarse.
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