5 de septiembre, 4 de la tarde, con la banda de música interpretando 'La entrada', a muy pocos metros de la tribuna oficial. Y a punto de instalarse en ella, presidiéndola, Javier Esquembre. Mi amigo, mi alcalde.
Porque a veces los sueños se hacen realidad. Y no importa tanto que en los tiempos que nos ha tocado vivir no haya presupuesto para grandes alegrías. Los gestos no cuestan dinero, y de gestos, mi alcalde, sabe un rato largo.
Lo veo contento, henchido. Como en las grandes ocasiones. Y me alegra mucho que así sea. Sonrisas de día 5. Corazones de día 5. Y las caras, espejos del alma, delatoras.
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