Ir a contracorriente también tiene sus ventajas. Durante los últimos domingos he viajado de Alicante a Madrid, vía Alcázar, en unos flamantes trenes media-distancia yo solito, tan ancho, a menos de la mitad de precio que en el dichoso AVE con el que la gente se ha vuelto loca. Son tiempos estultos. Ya lo he dicho muchas veces y no me quiero repetir.
lunes, 22 de julio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario