Me veo con Alain, a orillas del Urumea, y constato que es una de las mejores cosas que me ha pasado en los últimos tiempos. Conocerle. Quererle. Que me aprecie y me respete. A veces conviene parar y reparar en estos afectos, que son los mejores.
Alain tiene ahora un cargo de responsabilidad en la ECAM, lo que me permitió pasar dos meses apasionantes en sus aulas. Pero lo de menos es volver a ellas en tal o cual fecha. lo importante es saber que mientras esté él tengo las puertas abiertas. Que personas de su talla estén donde están es un signo de que las cosas no van tan mal.
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