Hay heptasílabos dichos con amor que uno no se cansa de repetir. Como éste, que no es cantinela sino alabanza sincera a mi querido Rueda Sasieta:
Mikel, Mikel, Mikel...
¿Qué me quita y qué me da este blog? ¿Cuánto cuento y cuánto callo? La verdad es que cuanto más cuento, más me doy cuenta de lo tantísimo que callo. Y no es juego de palabras.
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