Hasta el martes 3 de mayo ya no habrá más bandejas de comida como ésta en el comedor de Altabix, en mi querido campus de la universidad ilicitana.
Quienes hemos descubierto que no hay felicidad tan grande como la cotidiana, la sencilla, la de la letra pequeña, sabemos que pocos placeres pueden existir comparables a estos, por otra parte, tan al alcance de nuestra mano. Buenos, bonitos y baratos. En fin, que toca paréntesis. Qué le vamos a hacer.
Parece el título de un tango: "La última bandeja".
ResponderEliminar¡Eso es nostalgia!