viernes, 18 de septiembre de 2009

AVERÍA







En circunstancias normales, el corte de la línea férrea entre Miranda del Ebro y Donostia hubiese sido un coñazo. Así, en tan buena compañía, no es más que una anécdota más. Pasamos del tren a los autobuses. Christian, Miguel. Y Pablo, con su cello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario