Me da pena, mucha pena, desayunarme este viernes 29 de mayo con semejante foto de portada en 'El Mundo'. Estamos en una etapa cambiante y triste. Opuesta a mis principios, que se basan precisamente en vivir con alegría, con mucha alegría, con independencia de lo que se cueza. Porque lo importante es la actitud. Porque una cosa es lo que pasa en el mundo, y otra muy distinta lo que ocurre en la vida. Y la economía, ay, nunca he consentido que la economía sea tan relevante como para que afecte mi vida. ¡Nunca!
domingo, 30 de mayo de 2010
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