viernes, 19 de agosto de 2011

SIEMPRE DIGO LO MISMO





Cuando llegan los alumnos del Aula de Verano Ortega y Gasset siempre digo lo mismo: ojalá hubiese tenido yo a los 18 años una experiencia semejante. Ojalá hubiese existido en 1980 algo así (se creó en 2001, es la undécima edición). Aunque habría tenido otro problema. La nota de corte de los asistentes es de 9'9, por lo que jamás habría podido optar a una plaza. Y eso que una experiencia como ésta, insisto, hubiese sido más que necesaria. Hablando claro: que a mis 18 la mili fuese obligatoria mientras iniciativas como ésta, a fecha de hoy, singan sin serlo, corrobora uno de los grandes errores y omisiones del sistema. Por cierto, aquí los 50 alumnos participan en una performance. Se familiarizan con lo que supone realizar una acción artística.

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