Vale que la Biblioteca Pública de Valladolid está tan antigua como de Alicante. Que huele a viejo y a sensaciones que más vale no describir aquí. Incluso tiene la pega de que para ir al aseo hay que bajar treinta escalones desde la sala de lectura, que después hay que volver a subir si deseamos volver hasta ella. Pero en cuestión de horario no admite rival. ¿Por qué en Valladolid se puede acudir desde las 8 hasta las 21.45 y en Alicante (capital de una provincia que multiplica por cuatro su población, no lo olvidemos) sólo abre de 9 a 20.30? Y sobre todo, ¿por qué en Alicante no abre los sábados?
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