Con itinerarios sugerentes.
En el buffet de la cena me ha ocurrido una anécdota graciosa.
Una alumna me sonríe y se me queda mirando.
¿Tú eres del taller del sexo?, le pregunto.
Y los dos explotamos en una risa cómplice.
¿Qué me quita y qué me da este blog? ¿Cuánto cuento y cuánto callo? La verdad es que cuanto más cuento, más me doy cuenta de lo tantísimo que callo. Y no es juego de palabras.
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