Este año hemos cambiado de ubicación. Del entresuelo del Hotel Olid de mis diez ediciones anteriores pasamos a la tercera planta del Teatro Calderón.
Hay más teclados. Y una novedad. Hay café y pastas. Ay, qué fácil es hacerme feliz...
¿Qué me quita y qué me da este blog? ¿Cuánto cuento y cuánto callo? La verdad es que cuanto más cuento, más me doy cuenta de lo tantísimo que callo. Y no es juego de palabras.
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