jueves, 4 de marzo de 2010

EL ABRAZO


Medianoche del miércoles 3 de marzo. Diviso, a través del cristal del restaurante El Cristal, situado frente a la puerta de mi casa, a Álex de la Iglesia. Está terminando de cenar. Con su chica. Al fondo. No hay ningún otro comensal. Las camareras y personal triplican el número de clientes.
Cuando repara en mí, Álex no da crédito. No me espera por estos lares. Pero sonríe. Sonríe como en las mejores ocasiones. Y nos fundimos en un abrazo. "Cuánto me alegra verte", susurra mientras aprieta. Acojo en mi casa estos días a dos de los actores que participan en su 'Balada triste de trompeta'. Todavía se sorprende más. "Qué generoso. Te pondré en los agradecimientos".
Ya en casa, con la almohada, reparo en qué he dejado de hacer, en cómo he podido ser tan poco hábil para no rentabilizar estas relaciones en la cercana, y a la vez lejana, Ciudad de la Luz. Sus aulas se me resisten.
Madre mía, la de tiralevitas que darían un brazo por que un señor como Álex, toda una celebridad estos días, les tributase un homenaje así. Tan cercano. Tan auténtico. También me ocurrió hace unos días con Daniel Monzón y con muchos otros. Con lo que me llenaría poder dar clase allí y lo que podría transmitir a ese perfil de alumnos...

1 comentario:

  1. Como alumno de Ciudad de la Luz he de decir que sería todo un placer tenerte dando clases allí. Espero que ese momento llegue algún día y pueda ser alumno tuyo.
    El curso que diste este año pasado coincidiendo con el Festival de Cine de Elche me dejó un muy buen sabor de boca y un grato recuerdo.
    Un saludo.

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