Hoy grabo la novena edición de la temporada del programa 'El Espectador'. Mientras la profesión está como está, y la palabra crisis hace mella en todos los medios, hasta los grandes, no es mal refugio éste de hacer radio con los estudiantes de la licenciatura de Periodismo. En nuestra mesa de debate hablamos de fusiones entre grupos mediáticos y de cuentas de resultados, de cuotas de pantalla y perfiles de audiencia, del Mundial de Telecinco y de Cuatro, de J.J. Santos y de Los Manolos. De tantas cosas.
Los seis saben de lo que hablan. María, Borja, Alfonso, los dos Pablos y Cristóbal tienen criterio, energía. Vocación, en suma. Por eso, antes de que se nos eche encima el minuto sesenta de programa, y con él la sintonía que anuncia el final, se me ocurre dejarnos de lamentos y dar un salto en el tiempo. Les pido que me digan dónde se ven dentro de diez años. En el 2020, cuando acaben de entrar en la treintena. Les pido que sueñen. Desde qué micrófonos les gustaría hablar. Desde qué cabeceras escribir sus crónicas deportivas y desde qué páginas estampar sus firmas de opinión.
Les pido que sueñen, porque es la única manera de sabernos vivos y tirar p´alante. La fórmula es eficaz. La verdad es que los siete salimos de la pecera ilusionados, casi pletóricos, como si la dichosa crisis no fuese con nosotros.
Sabemos que no vamos a cambiar el mundo ni el periodismo. Pero creed que de estas tertulias salgo reconfortado. A fin de cuentas, ellos son el futuro. Y son muy buena gente.
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