Paco Fuentes y yo teníamos billete para regresar juntos en el tren de las 7 de la mañana del sábado. Pero el destino es el destino. Y él no se despierta a tiempo. Y a mí me surge un compromiso de trabajo, y ambos nos encontramos desayunando, fuera de guión, el sábado por la mañana. ¿Pero qué sería de la vida sin imprevistos?
domingo, 30 de agosto de 2009
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