Málaga me vuelve a salvar. Son cantantes de ópera. Cantantes líricos. Andan por aquí dando clases con Scandiuzzi y Gustavo Tambascio. Me acerco a ellos y les reprocho que su grupo sea tan endogámico. Que en estos sitios hay que tener un espíritu más integrador. Y Málaga, siempre Málaga, no me falla. Y en acento del sur, él y ella, me arropan y besan y abrazan. Y a la gripe A que la zurzan.
martes, 11 de agosto de 2009
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