Los siete alumnos del taller de pintura aprovechan para tomar sus apuntes del natural en exteriores.
Pese a la belleza, yo prefiero los cursos socializadores. Aquellos donde hay gente y carnaza. Para hacer lo que hacen Julia y Rodri no hace falta apuntarse a un taller. Uno coge los bártulos y se monta la sesión de pintura. Igual que yo puedo cargar mi portátil y empezar a escribir sea en sábado o en domingo.
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