Javier se explica como un libro abierto. Mejor. Como un libro vivo, repleto de sensibilidad. Plantea su cine como una liturgia, a contracorriente. Cita a Roberto Cueto, que definió el cine comercial como 'aquel que se puede ver planchando'.
El cine de Rebollo no se puede seguir planchando. Está repleto de detalles. De sonidos. De matices.
El año que viene rodará una nueva película a la mayor gloria de Carmen Machi.
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