miércoles, 17 de diciembre de 2008

ALBERTO REPISO

Alberto se ha dejado el pelo largo. Pero sigue siendo Alberto. El de la calle San Marcos. El del templo Hare Krisnah. El de la mirada serena y el gesto pausado. el de las infusiones de colores que calientan el estómago y el espíritu a la caída de la tarde. El de Ávila. Alberto.

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