No hay peligro suficiente para tanto miedo como tenemos.
Aplíquese a lo personal. Al amor y al desamor. A las relaciones personales. A nuestras relaciones amistosas y amorosas. A lo poco que nos arriesgamos a veces. A lo poco que nos gusta mojarnos.
Repitámoslo:
No hay peligro suficiente para tanto miedo como tenemos.
Que no. Que no hay peligro suficiente para tanto miedo como tenemos. No en lo económico. No en lo financiero. Las crisis más importantes son las personales. Esas que vienen casi siempre provocadas por el miedo. Por la falta de autoestima. Por la inseguridad.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa luna de mis sueños se ha puesto creciente.
ResponderEliminarNo se cuanto durará el solsticio,
si es real o espejismo de sal y Murano.
El tic tac de las sinceridades sigue sonando
y yo en el quicio de mi suerte espero
que me crezcan un par de ramitos de azahar.
Y si no crece el tallo de la felicidad
que sigan brotando mis ganas de ser feliz.
Que amanezcan ganas nuevas.
Ya no se que espero porque las risas
me tapan las ganas a ratos. No se que
tiene que llegar para tomar aire por fin.
Saco los pies de las sabanas para que el aire
de la mañana me refresque el alma otra vez...
nunca me gustaron los calcetines.
Regaré como siempre mis sueños pa
que me crezcan volantes de espuma...
miraré al mar y sonreiré...y sonrío.
Y si el sueño se cumple...
Esto es algo que escribí hace unos meses cuando el miedo me pisaba los talones... a veces hay que tener miedo para sonreir después.
Hoy afirmo: el sueño a veces de cumple.
Un besazo. Espero que te gustara Carmen Linares.
Marina