Cuando veo a Luis García Vicente, ilicitano de Sociología a quien impartí clases en la Universidad de Alicante en otoño de 2003, ratifico lo agradable de este proceso.
Renovarse o morir. Y en todos estos ex alumnos llenos de vida, rebosantes de proyectos, encuentro motivos para seguir adelante. Ahí está, de la misma hornada que Luis, Miguel Herrero. Después llegaron Orland y Oliver. Más recientemente Carlos Escolano de Orihuela. Podrían ser mis hijos. Y un poco mis hijos sí que son. Les aconsejo, les oriento, pero lo importante son los vínculos afectivos. Nos queremos y punto.
Unos vienen y otros van. Luis García Vicente inicia el 7 de enero una estancia de medio año en Oporto con una beca. Pero cuando vuelva nos seguiremos encontrando.
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