Mi casa. Mis cosas. Mi portátil. Todo está dentro. En la 261.
La verdad es que no hay como permanecer en la calle 28 horas para valorar el regreso a la burbuja. Creo que es el único rato que amortizo la habitación. El del domingo por la tarde. El resto, no se me cae el techo encima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario