Este fin de semana me quedé en El Escorial. Con mis monjitas. El sábado se hizo largo. El domingo no. El domingo me alié con mis bienamadas Vicky y Rosina, cuya complicidad no conoce límites, refugiadas en el Hotel Victoria, y llené la mañana de risas inteligentes. Leer 'El País' del domingo en buena compañía no tiene precio.
Asistimos al misón mayor de San Lorenzo en la basílica (solemne función religiosa, con coro de niños y el prior de la abadía presidiendo), y Vicky nos invita a comer croquetas en el Croché, ese lugar privilegiado.
Por la tarde, desde primera hora, llega una hornada que promete...
No hay comentarios:
Publicar un comentario