Qué bien eso de tener tantos amigos. Dentro de la exposición de Francis Bacon, de visita obligada en el Prado, y ahora que están a punto de quitarla, me encuentro, sentados tranquilamente en una sala, a Diego Morán y Mariola Romero, que se casaron el verano pasado. Cuánta amabilidad. Cómo me quiere Diego. Y qué bonito tener tantos amigos.
sábado, 4 de abril de 2009
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