Germán Aparicio. Mi Germán, guionista profesional, sonriente vocacional, con su ritmo cambiado de dormir de día y vivir de noche, me recoge en la estación de María Zambrano. Dejo los trastos de matar en el hotel, sin subir siquiera a la habitación, y me zambullo en la vorágine de la plaza de la Merced, que ya luce reventona. Qué sinvivir.
viernes, 17 de abril de 2009
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