Mientras afuera llueve, mientras otros viven su Viernes Santo bajo el agua, tengo la suerte de gozar de la compañía de Xavi.
Ese privilegio. Palabras mayores. Verdad de la buena.
Y hasta aquí puedo leer. Que hasta la extimidad tiene un límite cuando implica la intimidad de los demás.
¡Qué bueno! Me alegra veros a los dos juntos. Sois extraordinarios. Un abrazo fuerte.
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