Canapeo, luego existo.
Ahí están. De todos los colores y sabores. A la hora justa. Cuando el estómago empieza a hacer ruido.
Son los canapés, siempre repetidos, pero que siempre se comen con el placer de la primera vez.
¿Qué me quita y qué me da este blog? ¿Cuánto cuento y cuánto callo? La verdad es que cuanto más cuento, más me doy cuenta de lo tantísimo que callo. Y no es juego de palabras.
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