Enorme en 'Falstaff'. Grandiosa en 'Agosto'. Pero cómo me creo a Carmen Machi cuando cuenta que lo que peor lleva, en el caso de un monólogo como 'Juicio a una zorra', sin compañeros que la arropen, es el momento de saludar. Cuando pasa de ser el personaje a ser ella. Cuando vestida de aragonesa o de lo que sea, con un vestido que jamás osaría ponerse, tiene que salir ante quinientos señores y señoras que la aplauden, y timidísima como es, tan cómoda como estaba antes sobre el escenario, ahora sólo desea irse. Cómo la comprendo. Cómo comprendo y cómo quiero a esta prodigiosa mujer.
miércoles, 22 de agosto de 2012
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