Ni una. En la foto de 'El País' de hoy no han dado ni una. Al equivocar el pie, y especificar de izquierda a derecha, en lugar de derecha a izquierda, ninguno de los seis nombres corresponden a los pianistas. Ni Tamar es el de la izquierda, porque resulta que Tamar ni siquiera es un hombre sino que es mujer, que el primero que asoma a la izquirda es Samson; ni el tercero, con gafas, es Daniele, que es el quinto, sino János Palojtay. Lo mismo ocurre con los demás, hasta la chica de la derecha, que sí es Tamar, que Ah es la coreana, antepenúltima a la derecha que asoma justo al lado del italiano Daniele. Lo sé yo porque estuve allí, en el Palacio de Festivales, ayer, haciendo esta foto, magnífica, al lado de Pablo. Pero estoy susceptible. He rebasado la cincuentena y estoy susceptible. Porque resulta que ni siquiera en el único medio nacional que dedica más de una página a cubrir bien el Concurso, con un texto en condiciones, de mi apreciado Jesús, y una foto en condiciones de mi apreciado Pablo, resulta que la información puede salir bien. El resultado, digámoslo, es una chapuza. Si lo leyera desde mi casa no acertaría a poner cara a Benedek ni a Tamar ni a Samson, y a estas alturas andaría completamente confundido con todos ellos.
Para colmo, Julio Barrachina, en 'El ojo crítico' de esta tarde, dice como si tal cosa, enlazando la información de un libro de Marilyn con los estrenos de la cartelera, que el festival de Cannes de este año va a ofrecer un homenaje a Marilyn Monroe dedicando su cartel a la artista. Como si el evento no se hubiese celebrado ya en mayo. Y seguro que ha tenido todo el día para preparárselo.
Y mientras tanto, uno, viéndolas venir. Sin cobrar nada. Sin oficio ni beneficio. O con muchísimo oficio, pero sin ningún beneficio.
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