miércoles, 8 de agosto de 2012

QUERIDO JÁNOS

Querido János Palojtay:
A mí me hiciste llorar. A mí me emocionaste. En el recital. Con Mozart. No digamos con Schumann en el concierto sinfónico. Y eso es lo único que vale. Que, como yo, a lo mejor, estabas emocionando a cincuenta más (no te vayas a pensar que a muchos más, que este país es muy cateto, y tu concierto lo dieron a la una de la madrugada, y a esa hora los trasnochadores veían el resumen de los Juegos Olímpicos, o alguna película que se habían descargado). Porque los demás de quienes te veían, agobiados por las deudas, empastillados, seniles o ausentes, ni siquiera estaban en su conocimiento para emocionarse.
La cuestión es que se produjo el hilo invisible. Nos unimos. Nos comunicamos por la emoción. Y lo mismo ocurrió con tus compañeros. Con la georgiana Tamar y con la coreana Ah, por supuesto, pero también con la estupenda terna formada por Benedek, Samson y Daniele. Me hicisteis soñar y reconciliarme con lo mejor del alma humana en una época poco dado a confiar en prodigios humanos.Y eso es lo que cuenta. Que le den al jurado.

1 comentario:

  1. Muy de acuerdo. Ha pasado ya tiempo, pero aún recuerdo aquellos momentos. János Palojtay me emocionó, y más cuando le conocí en persona. Un joven talento que esperemos que siga así, tocando de esa manera que como tú dices, nos une a todos.

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