'Miracle' significa, y lo digo para los numerosos lectores de este blog no cataloparlantes, 'milagro'.
Comparto mesa y mantel con parte de lo más granado de la prensa local alicantina. Con el delegado de 'El Mundo'. El delegado de '20 minutos'. Varios redactores de 'Metro'. Me asombra que la lengua vehicular de la conversación sea el valenciano. Valenciano en distintos acentos, de la Marina Alta, de l' Alcoià, pero valenciano a fin de cuentas. Quó poco se refleja esto en los respectivos medios.
Otra cuestión que salta a la vista. Soy el mayor de la reunión. Es decir, que estos amigos mandamases de la prensa local son más jóvenes que un servidor. De lo que se deduce que yo, a estas alturas, debía estar dirigiendo algo, coordinando algo, organizando en alguna parte. Pero, qué se le va a hacer, he optado por ser yo mismo. Por aspirar, sin prisa pero sin pausa, a ejercer de Antonio Sempere. Y eso lleva mucho tiempo. Muchísimo tiempor. Hay que consagrar toda una vida.
Último ítem. Acostumbrado los últimos quince días a pagar con tickets, qué raro se hace abonar los 15 euros de menú.
martes, 11 de noviembre de 2008
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