Vuelvo a ver 'Silencio, vivimos', sobre textos de Marsillach. Ahora en el Teatro Principal. Me alegra mucho reencontrar a Sergio Torrico. Es cordobés. Y todavía conserva el acento de su tierra como si no hubiera salido de allí. Por lo que es doblemente meritorio su trabajo. Siempre lo he dicho. Lo de los actores que tienen que neutralizar sus acentos es muy difícil.
jueves, 20 de noviembre de 2008
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