Imaginemos un coche que sólo nos sirviera para ir a la gasolinera a llenar el depósito. Y otro que tuviese el piloto automático para ir al taller de reparación. Y otro para encaminarnos al lavado. Coches necesarios sólo para ir a la gasolinera y al taller.
Imaginemos ahora una biblioteca en la que sólo se pudiesen estudiar las oposiciones a bibliotecario. Donde no se pudiese leer más que el temario de la dichosa oposición. ¿Absurdo, no?
Pues en ese bucle cayó, hace mucho, la clase política.
Y que haya todavía gente que no lo ve...
jueves, 19 de marzo de 2009
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No entiendo muy bien la metáfora del bucle, pero por fortuna no todos los políticos son como el de la foto
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