Llego mediodía al hotel La Mota (en Medina todo es La Mota, o Isabel la Católica) y recojo la bolsa del festival. Esta vez son bolsas naranjas. Grandes. Vistosas.
Es un ritual festivalero esto de recoger el pack. El catálogo. Los tickets de comida. La carta de bienvenida del director. Los obsequios. La botella de vino. Cada catálogo recién salido de imprenta es una ocasión para volver a empezar. Una vuelta al cine. Pero también una vuelta a la vida.
sábado, 28 de marzo de 2009
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