Lo que de lunes a jueves es un estallido de vida, se paraliza de viernes tarde a domingo. Las trescientas habitaciones de la residencia sólo arrojan silencio y soledad.
Lo mejor es sumarse a la mayoría y salir de allí cuanto antes.
A donde sea. Pongamos que hablo de Madrid.
Adoras las multitudes, jajajaa
ResponderEliminarUn beso.
Por cierto, soy "la cuñada".