Los perezosos lo tenemos difícil para activarnos. Por definición. De ahí que, salvo que la actividad sea muy motivadora, tendemos a la inacción, y a la apatía.
Cómo serán de positivos los estímulos escurialenses para que el día pase, todo todito, envuelto en sonrisas.
Me lanzo de la cama a por los Donuts de chocolate. Los Donuts dejan paso a las páginas de los 4 periódicos que hay sobre la mesa. Los periódicos pueden esperar cuando un Raúl (en la foto, Raúl Carreras, bilbaíno cinéfilo matriculado que acaba Periodismo en Madrid) se sienta a la mesa a desayunar.
Tertulia de desayuno que hay que cortar porque empieza la sesión buñueliana. De la que hay que salirse antes para ir a escuchar al Brujo. Cuya ponencia enlaza con la comida en compañía de la familia Pernas. Y así sucesivamente hasta volver a la paz de la habitación 261, al hilo musical idéntico a sí mismo. Y descansar hasta que el despertador señale las ocho en punto de la mañana siguiente.
miércoles, 30 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario