Cuando me ve, sea en San Sebastián, en Málaga o en cualquier evento, Carolina Bassecourt (no me digáis que no es un nombre precioso) me besa, me abraza, me suelta unos 'hola, Antonio' que me dejan tibio. Este blog no es paritario, de acuerdo. Faltan mujeres, de acuerdo. Pero las que están, como Carolina, compensan con creces esta carencia. Calidad.
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