Se llamaba Proyecto Fesser. No tuvo título hasta hace poco. 'Camino' marca la diferencia. Por fin me mojo en la rueda de prensa. Pido el micrófono y digo que se trata de la mejor producción del cine español de 2008. Muy por encima de la terna presentada a los Óscar.
'Camino' juega en otra liga. El diseño de producción es espectacular. Guste más, guste menos, es la película, entendida como producto industrial, como suma de guión+dirección+actores+dirección artística+música que gana de largo a las ochenta vistas y/o chequeadas durante este año.
Lo que ocurre es que duele. Duele tanto que a mí particularmente se me hace insoportable por momentos. Y todo lo que huele a quirófano me marea.
Afortunadamente, está el cuento de 'La Cenicienta', lo que para quienes somos Peter Panes es todo un alivio...
Va sobre el Opus Dei. Pero tal como tildaban a Rosales ayer con respecto a los terroristas, Javier Fesser es equidistante. Muestra. Observa. Radiografía. Y respeta.
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