En los desayunos de Horizontes Latinos siempre somos los mismo, con ligeras variantes. Ay, que parece que hace un siglo cuando venían por aquí Miguel, y Orland, y Dani, que hace cuatro días que no están y parece que ha pasado una vida.
Hay que reponer fuerzas porque los días son largos, y las noches, más todavía.
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