Del mismo modo que 1 + 1, en las relaciones, no es igual a 2, sino a otra cosa, tengo la teoría de que un festival como éste, tan grande, tan inabarcable, no es la suma de todos sus componentes sino, en este caso, algo menos.
Me explico. Yo salgo perdiendo. Yo prefiero una Primavera de Lorca. Una cita en Vitoria. Como mucho un festival como el de Málaga. Donde la suma de sus invitados sí conforma un ecosistema más o menos controlable.
Aquí, con 1.250 acreditados de prensa, y 2.000 invitados de aquí y allá, los árboles a veces impiden ver el bosque, y la propia dinámica acaba abrumando.
Hoy viernes, por ejemplo, sin necesidad de programar nada, y tratando de cumplir, habrá que estar a las 5 en el encuentro con Meryl Streep, a las 8 en la presentación de 'El brau blau' del amigo Dani Villamediana, a las 9 en la presentación de las series de TVE, a las 10 en la entrega del Premio Donostia y a las 11 en el cóctel final de TVE. Todo ello sin contar con las 60 proyecciones programadas.
Por eso lo mejor es desconectar, como en la foto, sentarse al sol, y contemporizar.
viernes, 26 de septiembre de 2008
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