Llegaron su ironía y su intensidad. Y su brillantez. Y su mirada inteligente.
Y yo a disfrutar. A acogerle y mostrarle. En su primer festival de cine, y su primera visita a San Sebastián.
Si quien tiene un amigo tiene un tesoro, yo tengo en Orland un premio no cuantificable. Parece como si nadie me conociese como él. Parece como si con nadie pudiese reirme de todo y de todos empezando por mí con tanta energía.
fue mi profesor de lengua catalana
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