No es que Francisco de la Plaza, director de la Cátedra de Cine desde tiempo inmemorial, sea exquisito. Es que don Francisco de la Plaza es la exquisitez.
Prototipo del dandy, ejerce de anfitrión impecable con todos los profesores invitados a las aulas. Cuánto honor pasear por el centro de su Valladolid del brazo de Paco Plaza. Escuchar sus comentarios. Dejarme llevar por su anecdotario. Ser presentado en el aula con sus halagos. Esos que de su boca no suenan desmesurados. Porque él es así, genio y figura.
Las comidas tienen lugar en el hotel Imperial. Allí se alojan los otros dos ponentes de hoy lunes, Antonio Weinrichter, de la Carlos III, y Eduardo R. Merchán, de la Complutense.
martes, 19 de agosto de 2008
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