No es que haya excesiva concurrencia, pero teniendo en cuenta que es domingo por la tarde, final de puente, y de que estamos necesitadísimos de vida inteligente, lo que se ve es todo un alarde de red social para estados carenciales.
Ya quisiera yo, determinados domingos, tener esta compañía. La sala de visionado de la cuarta planta de la residencia Alfonso VIII de Valladolid es el punto de encuentro donde los alumnos cinéfagos (nunca faltan Ángel ni Carlos) se ven sus dos o tres películas diarias.
martes, 19 de agosto de 2008
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JODER, QUÉ RECUERDOS. GRACIAS POR LAS FOTOS, ME HAN TRAIDO BONITAS IMÁGENES DEL PASADO.
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