Verbena de San Lorenzo. Lluvia de estrellas. Pero todo eso sin buena compañía sería estéril, como un decorado vacío.
Me enorgullece haber sido el anfitrión de los que ahora son mis amigos. Me enorgullece haber acogido a José Antonio, haberle presentado a Roberto, hacer lo propio con Rovira. Y verles, ahora, tan cómplices.
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