Padezco de dominguitis. Necesito un horario pautado. Bien troceadito. Y cuando el horario se detiene, me muero.
No es ningún consuelo el pensar que los demás tampoco habrán hecho gran cosa. Al haber coincidido el 1 de agosto en viernes, nos vamos a plantar en el día 4, lunes, sin que el país haya producido nada. Un día 4 de un mes y todo un país sin arrancar, desperezándose.
¿O no reconocéis que los días 1, 2 y 3 han pasado con más pena que gloria por vuestras vidas? Consoladme, por favor...
Conservo los periódicos desde que llegué el día 30 de junio. Más que nada para demostrarme cómo se fosilizan las noticias, con qué facilidad...
domingo, 3 de agosto de 2008
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